Tras empezar la mañana en el trabajo la primera noticia que recibo es que la primera reforma legal que abordará el pleno del Congreso de los Diputados será simbólicamente la paralización de una de las leyes emblemáticas del Gobierno de Mariano Rajoy: la Lomce (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa).
Atónito me sigue explicando, un compañero entendido en noticias... que El pleno del Congreso debatirá y votará el próximo martes una proposición de ley del PSOE, la primera de la legislatura, para parar la aplicación de esa norma.
A todo esto, me pregunto, con los miles de euros que se han gastado estos políticos, lo de miles de opositores que se han dejado sus ahorros en academias, lo de cambios establecidos en los centros y el dinero invertido y ahora resulta que como tenemos un gobierno de izquierda, con todo mi respeto volvemos de nuevo a invertir para desmantelar el nuevo sistema educativo.
Me quedo en meditación y concluyo, qué será lo siguiente si se gobierna uno u otro. A todo esto, saco mis conclusiones y comienzo a extraer ideas, por qué no se sientan todos los representantes políticos, de diferentes ideales y acuerdan o negocian para seguir o no con esta ley. A ver, estamos en una situación de crisis, al menos eso parece, o al menos es lo que nos vende los medios de comunicación.
Por tanto, si hay investidura antes del 2 de mayo sí podría ser aprobado finalmente, porque el PP solo podría demorarlo en el Senado, pero no impedirlo. Sería la primera ley de la legislatura. Si en esa fecha no hay Gobierno la iniciativa decaería.
Creo que la Lomce está en su fase final de aplicación y es justo lo que quiere detener la proposición de ley del PSOE.
El curso que viene es el último de implantación de la Lomce, que llega a los cursos pares de secundaria y a segundo de bachillerato. A esa fase sí llegaría a tiempo una posible reforma legal ahora.
Por tanto, amigos/as lectores/as intuyo que se espera lo peor. Si se llegará a desmantelar serán muchos los euros que se irán por el retrete. De nuevo nuestros impuestos han sido invertido en vano.
Si os digo la verdad, me siento decepcionado con nuestra política. No existe unión, sino rivalidad. Basta de utilizar a los ciudadanos como conejillos de indias. No somos títeres sino personas que muchos/as buscan alcanzar un sueño no un ideal político.